Lovro está cansado y triste. Llena la bañera de agua y mira las gotas que caen del grifo. Cuando una de ellas golpea la superficie del agua, Lovro recuerda el día en que fue a pescar por primera vez con su abuelo. Sus pensamientos le llevan al estanque de peces, y los sonidos y objetos del baño le traen recuerdos de aquel día. Memoria y realidad se funden en uno.